Si bien es cierto que la inversión a corto plazo puede parecer atractiva para algunos inversores debido a la posibilidad de obtener grandes ganancias en poco tiempo, la realidad es que es importante considerar cuidadosamente los riesgos asociados antes de embarcarse en este tipo de estrategia. Pues se corre un mayor riesgo de perder el tiempo y el dinero invertidos en dicho proceso. Sin contar que este puede ser un motivo para que el inversionista se desanime y desista de la idea de hacer de las inversiones su mayor fuente de ingresos.
En este sentido, a continuación, se detallan algunas razones por las cuales la inversión a corto plazo puede ser una mala idea.
Mayor dificultad para anticipar las tendencias del mercado
El éxito en el corto plazo se basa en la capacidad de prever los movimientos en la cotización de los mercados, utilizando enfoques como el análisis técnico o fundamental. Sin embargo, estas herramientas no garantizan el éxito y son difíciles de utilizar, lo que las hace más adecuadas para inversores experimentados.
Comisiones elevadas
La compra y venta frecuente de activos resulta en costos asociados, especialmente si los productos tienen comisiones de compraventa significativas. Esto contrasta con la inversión a largo plazo, donde el inversor puede esperar la revalorización de sus activos sin realizar operaciones continuas, lo que ayuda a reducir los costos asociados.
Diferimiento fiscal
Al realizar operaciones frecuentes de compra y venta, los inversores deben pagar impuestos por las ganancias obtenidas en cada operación, lo que limita el potencial del diferimiento fiscal. En comparación, la inversión a largo plazo, especialmente en productos como fondos de inversión, permite postergar el pago de impuestos hasta que se produzca el reembolso de los fondos.
Mayor aleatoriedad de los eventos
Los mercados son impredecibles a corto plazo, y cualquier imprevisto que se presente puede afectar en gran medida una inversión. Por lo general, los inversores a largo plazo suelen estar menos preocupados por eventos temporales, ya que estos tienden a equilibrarse con el paso del tiempo.
Alto grado de incertidumbre y riesgo
Los eventos impredecibles, la falta de racionalidad en las decisiones y la información imperfecta hacen que las inversiones a corto plazo estén más expuestas al azar. Aparte de que hay que tomar decisiones en muy poco tiempo y esto puede llevar a cometer errores, aumentando así el riesgo de perderlo todo.
Por último cabe señalar que para aquellos que buscan seguridad, refugiarse en activos con menos volatilidad y menos riesgo puede ser una opción más sensata que la inversión a corto plazo. Además, es esencial diversificar las inversiones para no depender de un solo tipo de activo.
Eso sí es fundamental conocer muy bien el mercado, tener experiencia con inversiones, crear una buena estrategia y plan de acción para disminuir lo más posible el riesgo que presenta dicha decisión. Así que si consideras que necesitas un poco de formación o que debes tener una mayor experiencia como inversionista, evita a toda costa realizar inversiones a corto plazo y tómate el tiempo necesario para conseguir excelentes resultados con tu inversión.